- En 1967 (respondiendo a un estudiante que decía que los argumentos humanitarios no sirven de nada ya que es la misma humanidad la que hace surgir el terror): [...]Ahora dirá usted que tal ley universal sencillamente no existe. Yo sí creo que existe. Hoy día no la denominamos ya Ley Natural...Si apelamos al derecho de la humanidad a la paz, al derecho a abolir la explotación y la opresión, no estamos hablando de los intereses de un grupo especial, autodefinido, sino más bien y, de hecho, a intereses que pueden demostrarse como derechos universales.
- Alrededor de 1979 (a Habermas): Sabes, ya sé dónde se originan nuestros juicios de valor más básicos; en la compasión, en nuestro sentimiento del sufrimiento de los demás.
Hm, claro.
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